Mujeres influyentes en las Artes Marciales internas Chinas

Por Mar Fernández
https://wudao.es
.
La falta de referencias femeninas influyentes en la construcción de la historia de las artes marciales se debe tanto a factores culturales tradicionales, con roles muy deterministas de los sexos, como a la revisión histórica, que rescata y prioriza las figuras masculinas e invisibiliza las femeninas durante todo el S. XIX y el S. XX, sobre todo en occidente.
.
Sin embargo, las mujeres han estado presentes desde el inicio en el desarrollo de las artes marciales chinas encontrando registros en los primeros textos escritos. Al hacer esta aproximación nos encontramos con una dificultad aún mayor en las artes marciales internas con muy pocos registros de mujeres practicantes e influyentes.
.
Al estudiar la historia del Taijiquan nos encontramos principalmente con figuras masculinas, desde su creación por el monje taoísta Zhang Shang Fen (S XIII), las siguientes aportaciones e influencias como la del general Wang Zongyue, llegando a las cinco escuelas internas con estilos que provienen de linajes bajo el liderazgo de un padre fundador.
A pesar de que tanto en el estilo Wu como en el estilo Sun las mujeres estaban reconocidas para heredar el linaje y ser maestras del mismo, apenas nos han llegado algunos pocos nombres (siendo además muy recientes) de su influencia en este arte marcial interno.
.

Mar Fernández y Juan Carlos Serrato.

.
De las tres grandes filosofías que han influenciado el pensamiento y la cultura China, el Taoísmo, el Confucianismo y el Budismo, muchos autores consideran que el Taoísmo es el sistema más igualitario para la mujer, ya que contempla la posibilidad de trascendencia para ambos sexos. En el Taoísmo existe el principio de igualdad de todos los seres y las prácticas que se han desarrollado a lo largo de la historia tienen como finalidad retornar al vacío, al estado de no dualidad tanto para los hombres como para las mujeres. Incluso la deidad de la Inmortalidad y la Longevidad, objetivo último Taoísta, es femenina, La Reina Madre del Oeste (Xi Wangmu).
.
En el sistema social tradicional, de influencia confuciana, las mujeres se encontraban en una situación de opresión respecto al hombre, con estrictas reglas de comportamiento como la regla de las tres sumisiones: al padre, al marido y al hijo.
.
De tradición patrilocal, cuando había un matrimonio, las mujeres se iban a vivir con la familia del marido para cuidar a los padres de éste. Esto dificultaba el aprendizaje de los “secretos” marciales del padre desde pequeñas, que eran transmitidos mayoritariamente a los pequeños varones. Además consideradas neiren “personas de interior”, apenas podían viajar o salir del servicio de la casa, atadas al trabajo reproductivo o a la esclavitud sexual. La mayoría no tenían acceso a la educación, la inversión familiar iba hacia los varones como valor y apuesta de futuro, ya que permanecían en su lugar natal y cuando se casaban eran las nueras las encargadas de cuidar a los padres.
.
Incluso en este escenario algunas mujeres consiguieron cierta emancipación del ideal confuciano (ya fuese por su estatus social, si tenían acceso a la educación, por escapar del matrimonio no deseado, o por viudedad, etc.), a través de la ordenación monástica tanto en templos budistas como en los taoístas.
.
En los templos taoístas de mujeres dedicados a la alquimia interna, se buscaba trascender las energías duales a través del doble cultivo del Xing-Ming, con técnicas propias, en igual medida que en los templos de hombres.
.
Durante la dinastía Tang y las siguientes, hasta la República y la Revolución Cultural, se desarrollaron una gran variedad de estilos, escuelas, técnicas, que a pesar de la vasta geografía China, se influenciaron constantemente unas a otras (algunas escuelas incluso fusionaron las tres grandes doctrinas Budismo, Taoísmo y Confucianismo).
.
Esto suponía un caldo de cultivo para la emergencia de múltiples figuras de liderazgo, maestros, que desarrollaban métodos y estilos propios.
.
Las historias de estas figuras de grandes maestros, a veces mitológicos, a veces históricos y muchas veces tanto una cosa como la otra, se construían años después de su muerte y es tradición en China, juntar varias leyendas o varias personas en la figura de un gran maestro, como el caso de Lao Tzi, el maestro fundacional del Taoísmo.
.
La fundadora de la alquimia femenina, a través de los pocos escritos y poemas que se conservan, es Sun Bue’r (1119-1182). Llamada también “la no dual”, fue maestra de varios discípulos y fundó la Secta de la Pureza y la Tranquilidad, siendo una de las maestras taoístas más reconocidas en China. También encontramos referencias a mujeres que eran consideradas maestros superiores por algunas escuelas como la Dama de Wei (252-334, Secta Sangquing).
.
En la época de esplendor de la alquimia femenina, durante la dinastía Tang, hay registros de la ordenación de algunas princesas como Jinxian y Yuzen (en torno al 740 d.c.) y también de algunas mujeres que consiguieron realizar la Gran Obra, alcanzando la inmortalidad como Jiumu, Sun Furen o Chang Rong. Algunas incluso llegaron a ocupar el rol de abadesas o preceptoras de la orden como La Madre Chen (Chen Mu) de la vía de la Lealtad y de la Piedad filial (Zhongxiao dao).
.
Bajo el liderazgo de Zhang Daoling, durante la dinastía Han, las mujeres lideraban pequeñas comunidades matriarcales, o junto a sus maridos, con nombre propio “maestra femenina”; nushi. Estas maestras enseñaban artes marciales a las mujeres de las comunidades y cuando no tenían maridos, también a los hombres.
.
Aunque en proporción mucho menor a los hombres, también encontramos algunas figuras femeninas que han creado escuelas, estilos propios. Más allá de la famosa Mulan, o Ng Mui la creadora del estilo Wing chun (estilo del famoso IP Man) encontramos mujeres que a pesar de su gran legado no reciben, al menos por parte de occidente, la visibilización a su contribución al desarrollo de las artes marciales.
.
Me gustaría rescatar en este punto la historia de una mujer que mucho antes de la creación del Taijiquan ofrece un estilo propio al emperador del momento que se basa en los mismos principios que más tarde desarrolló el monje Zhang San Feng para crear el Taijiquan.
.
Yuenü o Señora de Yue, (496-465) fue llamada por el rey de Yue por sus habilidades con la espada y al describir su método le dice al emperador que su método cuenta con “puertas traseras” y “puertas delanteras”, el manejo de la espada se basa en los principios Yin y Yang(綾捺; “oscuridad-luz”, “negativo-positivo”; El principio universal de los opuestos).
.
Yuenü nos dice: “Debes tener nervios de acero en el interior pero totalmente calmado en el exterior (hay que fortalecer el espíritu con una gran determinación externa). Con un método como este un hombre puede derrotar a cien y cien hombres a mil”.
.
Este alegato es el primero que se conoce de la técnica de la espada y está datado casi 900 años antes de la creación del Taijiquan. Al escucharlo, el emperador la nombró maestra de su ejército.
.
En el considerado primer monasterio de mujeres, Yongtai, construido durante la dinastía Wei del Norte, Ming Lian (S VI d.C.) es considerada por la escuela de Shaolin como la primera mujer Maestra en Artes Marciales.
.
Otras fuentes en la que encontramos algunas referencias de mujeres relacionadas con las artes marciales es en los espectáculos de luchadoras, en las actuaciones itinerantes que recorrían el país o en las danzas marciales como la famosa bailarina marcial Gong Sun.
.
Durante los años veinte del siglo XIX encontramos una gran apertura a la práctica del deporte en general para las mujeres en China, incluso en 1936 hubo una representación paritaria en los Juegos Olímpicos en el equipo nacional de Wushu (deportes invitados).
.
Se dieron también, sobre todo en los núcleos urbanos, en los años 60 del siglo XX, movimientos de mujeres que asociadas a algún sindicato recibían clases de artes marciales tradicionales como la sección autónoma para mujeres en la Asociación, que contaba con la maestra Chen Shichao, a la que junto al maestro Chen Gongzhe se les atribuye ser los precursores en la difusión de las artes marciales tradicionales chinas a las clases medias en las ciudades del momento.
.
Durante la Revolución Cultural se llevó a cabo la unificación de territorios de prácticas culturales para lograr un sentimiento nacionalista mayor en la población. Durante este proceso se integran o diluyen una gran diversidad de prácticas y estilos también en las artes marciales.
.
En occidente apenas conocemos referencias femeninas del S XIX y XX, centrándonos en el Taijiquan vamos a recuperar algunas:
.
– Wu Ying-hua (Wu Yinghua, 吳亶華, 1907–1997), hija del fundador del estilo Wu, fue maestra senior del estilo de 1983-1997. Junto con sus hermanos, recuperó y preservó el manuscrito tradicional que ahora llamamos TaiJi Classics.
– Wu Yen-hsia (Wu Yanxia, 吳洛究, 1930–2001) fue maestra senior del estilo Wu desde 1996 hasta su muerte en 2001. Su especialidad fue la espada y el Qiang.
– Chen Yuxia (1924-1986 ) estilo Chen, hija del gran maestro Chen Fake. Se hizo muy famosa por la habilidad con la espada (https://www.youtube.com/watch?v=AMNTuABEz90).
– Chen Liqing (1919-2008), maestra del estilo Chen, hija de Chen Hong Lie y nieta de Chen Chun-Yuan. Ella recuperó una forma perdida del estilo en 108 posturas (http://taichivideos.org/chen-liqing-performs-chen-family-tai-chi-chuan/).
– Sun Jianyun (1913-2003) del estilo Sun, hija del fundador del estilo Sun. Estableció un método de enseñanza junto con su padre exclusivo para mujeres. Durante la Revolución Comunista, estuvo encarcelada durante tres años (https://www.youtube.com/watch?v=2pu4Wic-YJ4).
.
En cuanto a la difusión de este arte marcial en Occidente, también encontramos dos figuras femeninas que durante el siglo XX fueron clave: Sofia Delza, primera persona en publicar un libro en inglés sobre Taiji: TaiChi chuan: cuerpo y mente en armonía en 1961 y Gerda Geddes (1917-2006), que fue la primera persona que estudió y enseñó Taiji en el Reino Unido.
.
Algunas Conclusiones
No es que las mujeres podamos ser o no grandes maestras, es que lo hemos sido desde siempre a pesar de no aparecer en los libros.
.
Habría que matizar eso de no salir en los libros, quizás sería más acertado decir en los manuales actuales, porque si nos vamos a los clásicos encontramos algunos fragmentos de mujeres influyentes, incluso en El arte de la guerra, siendo la primera referencia histórica de una relación maestro-discípulo, el maestro es una mujer.
.
En la actualidad millones de personas practican el Taiji en todo el mundo con más o menos rigor en su esencia. Para las personas que queremos ahondar en este arte marcial tanto a nivel práctico como teórico, se nos presenta la dificultad del idioma, por eso, es muy beneficioso, sobre todo al principio contar con obras que hagan de enlace y traducción de este arte.
.
Como sociedad, en general, tenemos una deuda con las mujeres que siendo la mitad de la población han quedado excluidas, invisibilizadas, reducidas a estereotipos de género en las revisiones históricas. Las leyendas y las historias nos ayudan a conectar con la esencia de lo que somos y de hacia dónde queremos llegar.
.
En este camino, la referencia de las mujeres que a pesar de las dificultades sociales se abrieron paso para aportar en este caso a las artes marciales, se hace necesaria para todas las practicantes ya que, podemos proyectarnos e inspirarnos en estas figuras para impulsar nuestro desarrollo.
.
En el caso de las artes marciales internas, el rastro de estos fragmentos de mujeres influyentes es muy escaso y al menos en occidente muy poco o nada estudiado.
.
En la mayoría de manuales o libros acerca de la historia del Wushu, Taiji o Kungfu, las mujeres no aparecen con ninguna mención, ni siquiera para visibilizar donde estaban mientras esas grandes figuras de maestros eran portadores de los linajes.
.
Las personas nos construimos gracias a referentes sociales varios y se hace necesaria una revisión de la historia con las gafas de género para comprender mejor nuestro potencial, disminuir en la medida de lo posible la deuda de género y ser más fieles a la realidad. Si no hacemos esto, estamos contribuyendo a reproducir un sistema que oprime a la mitad de la población.
.
A pesar de ser muy pocos registros los que podemos encontrar cuando nos aproximamos a la historia de las artes marciales, a pesar de haber sido muchas menos mujeres en proporción a los hombres, que han podido desarrollarse a lo largo de la historia en este ámbito, siguiendo estos fragmentos podemos ver el gran impacto que han ejercido durante generaciones sin un reconocimiento a su aportación (¿quién sabe que la creadora del estilo del maestro de Bruce Lee fue una mujer?) y en la mayoría de casos, desvirtuado para representar un ideal femenino con el que a pesar de no ser convencional, se divinizaban cualidades esperables de la mujeres.
.
Estamos faltos en general de mujeres que sean reconocidas por si mismas, no por quién se relacionan o por el ideal que representan y se reconozca su aportación tanto a nivel técnico como filosófico.
.
El taoísmo es quizás una oportunidad perdida hasta ahora y nos brinda la visión por la que podemos conectar un relato filosófico antiguo con el feminismo y un paraguas para replantear nuestra relación con la naturaleza, ya que en ambos casos, en algún momento de la historia, hemos comprado el relato de superioridad por el que legitimamos la opresión y el expolio. Al deconstruir, al cuestionar estos dos ejes de relación, estamos faltos de referentes por lo que se hacen necesarios más estudios para rescatar figuras y relatos históricos que reflejen la diversidad humana a lo largo de la historia y que nos inspiren para cambiar las reglas del juego y avanzar hacia una sociedad más justa, que se sienta naturaleza en condiciones de igualdad. Herramientas como el estudio del taoísmo y la práctica rigurosa del Taiji nos acercan a estas alternativas…


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás