Por Masaaki Hatsumi
Texto extraído del libro Los pergaminos secretos del Togakure Ryu (Seigan Ediciones)
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Es realidad, éste es el tema que quiero destacar en este texro, y me gustaría que el lector lo saboreara, una y otra vez, hasta encontrar el sentido real de las palabras.
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La filosofía del Budo
El cometido más grande del Bujutsu es poder defender a su país, y el más inmediato defenderse a sí mismo de otros ataques. El verdadero Budo se encuentra en la espada, en cada golpe, en cada movimiento. Si dejamos que todas nuestras posibilidades se reduzcan a la fuerza de nuestros brazos al golpear y cortar bambú, difícilmente se entenderán mis palabras.
Lo necesario es saber qué parte del cuerpo enemigo se debe herir, dónde se debe cortar y dónde se debe romper, una vez alcanzados estos conocimientos, podremos empezar a llamar a nuestra forma de actuar Kenjutsu.
Practicar e intentar dominar la técnica es el primer paso importante, sus formas básicas suponen el corazón del arte que con el tiempo dará forma al espíritu que nos guía. Ese espíritu correcto será el que nos proporcione el desarrollo y conocimientos posteriores que se convertirán en la razón principal del arte. El proceso alcanzará su punto álgido cuando el arte y la razón que nos guían se unan en un mismo nivel. El sobrepeso de cualquiera de estos dos conceptos, provocaría un desequilibrio en la balanza de la Naturaleza.
No debemos olvidar que la verdadera victoria no se encuentra en la fortaleza de uno mismo, sino en las posibilidades que nos ofrecen el enemigo y el medio donde estamos. No debemos exigirnos, ni suponer victorias prematuras porque la Naturaleza siempre impone sus leyes donde nosotros debemos adaptarnos y aprender a salir airosos sin romper ese dictado.
Incluso en el caso de alguien que tenga un alto rango, o que destaque como afamado artista marcial, conviene recordar que aun así, en ningún caso, hay garantías de una victoria segura. Lo único que existe es el origen del arte en la raíz de shinkitoicchi.
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Algunos escritos secretos
Considero que las artes militares existen para defender nuestro cuerpo de ataques enemigos. Al mismo tiempo, creo que el Ninjutsu además de proteger este cuerpo nuestro tan querido, lo alimenta y cuida física y espiritualmente. Es decir, interpreto que si en el Budo no aprendemos a cuidar y educar nuestro propio espíritu, eso puede ser nefasto porque representa el principio de nuestra derrota.
Si por ejemplo miramos el caso de un médico, podremos comprobar que al igual que sana y cura enfermos, en ocasiones también provoca la muerte. Por otra parte, al igual que en un restaurante podemos disfrutar de maravillosos alimentos, si no prestamos atención a nuestro organismo, también podemos sufrir una indigestión que nos “derrote” silenciosamente.
Como es bien sabido, se supone que los políticos deben realizar su trabajo pensando en la protección y el bien general, no obstante, todos sabemos de casos donde la ignorancia o la codicia, ciegan el sentido común y estos supuestos “protectores” terminan haciendo sufrir al pueblo.
La religión no es un caso aparte, cuando se realiza para el bien del espíritu y aporta beneficios a la sociedad, se puede considerar de bien general, pero cuando se guía por intereses materiales, termina provocado daños irreversibles.
La práctica que conduce al buen artista marcial le proporciona los elementos de carácter espiritual y mentales que le introducirán en los conocimientos arcanos del Budo y poder alcanzar Shin-Shin-Shin-Gan…
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