Por José Patricio Andreu
Otros artículos del autor: Chulen, ventosas, tónicos, fitoterapia.
Renshi, 5º Dan Uechi-ryu Karate-do
Dietista, especialista en medicina tradicional china
www.hyozan.es
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A pesar de los tiempos convulsos que caracterizaron al periodo Ming en China, grandes textos clásicos vieron la luz. Entre ellos el Zunshen Bajian, los Ocho tratados sobre seguir los principios de la vida, con recomendaciones tan inteligentes para conservar la salud que aún hoy pueden ser tenidas en cuenta.
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Antecedentes históricos
Durante el periodo Ming (1368-1644), mientras la imagen de los soberanos se veía seriamente afectada por las continuas luchas internas, las intrigas en la corte, la corrupción y el poder despótico ejercido sobre el pueblo, que era subyugado mediante el temor, vieron la luz grandes obras literarias. Algunas mundialmente conocidas, como el anónimo Viaje al Oeste (Xi you yi), que narra las aventuras de monje Xuanzang, mientras es escoltado por varios personajes fantásticos en su búsqueda de los textos sagrados del budismo, haciendo referencias constantes a la alquimia interna. Otras, como el Bencao gangmu, escrito por el gran médico y naturalista Li Shizen, han llegado hasta nuestros días como impresionantes tratados de materia médica medicinal (ver El Budoka 2.0, nº 46).
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A penas una década después del primer borrador del Bencao gangmu, vería la luz la recopilación en ocho tratados que había llevado a cabo otro erudito, Gao Lian, al que también se conoce con el nombre de Gao Shenfu. Los ocho rollos que comprenden su Zunshen Bajian dejan patente el interés del autor por los métodos para refinar la energía vital, mantener la salud por medio de la higiene y prolongar la vida. Tanto es así que sus recomendaciones derivaron en diez consejos muy populares en la cultura china, todavía de utilidad.
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Uno. Menos carne más verdura
Uno de los más grandes estudios sobre nutrición humana (Campbell et al., 1998) comparó precisamente los datos recopilados durante más de una década en ciento treinta pueblos de China, un total de 65 condados, con los de la población estadounidense. Algunas de las conclusiones que se extrajeron a raíz del mismo fueron que la ingesta media de kilocalorías, por kilogramo de peso corporal, era un 30% superior en la población china menos activa que entre la estadounidense media. A pesar de ello, la población china no tenía el mismo porcentaje de problemas de sobrepeso y padecía menos enfermedades crónicas, como las cardiopatías, el cáncer o la diabetes, entre otras.
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Para el Dr. Colin Campbell, uno de los principales investigadores del estudio, las diferencias respecto al peso podrían ser debidas a dos razones:
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– Hasta la población china menos activa físicamente lo es más que la estadounidense.
– Las dietas ricas en proteínas y grasas animales hacen que se acumule más grasa en el organismo. Además, y esto es algo globalmente aceptado, un consumo mayor de verduras ejerce como factor protector frente a diversas enfermedades, especialmente en las crónicas.
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La importancia del segundo punto radica en el hecho de que las enfermedades crónicas, como las cardiopatías o el cáncer, se posicionan como primeras causas de muerte en países como España. La misma Organización Mundial de la Salud atribuye el 30% de las muertes por cáncer a cinco factores dietéticos y conductuales, entre los que se cuentan un índice de masa corporal elevado y un consumo reducido de frutas y verduras.
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Dos. Menos sal más vinagre
En 2018, el Instituto Nacional de Estadística atribuía el 28,3% de las muertes en España a enfermedades del sistema circulatorio, siendo la primera causa de muerte en mujeres. Respecto a los hábitos perjudiciales que se relacionan con el riesgo de padecerlas destacan el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol, y unos hábitos alimenticios inadecuados, pobres en fruta y verdura, y con un elevado contenido de sal común, de mesa o refinada.
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No obstante, sería un error confundir el consumo excesivo de sal común (NaCl), algo relativamente fácil debido al uso que se le da como aditivo y conservante en muchos alimentos, con el de otras viandas muy nutritivas y ricas en sales minerales sin necesidad de añadidos. No hay que olvidar que las sales minerales son nutrientes esenciales que intervienen y regulan procesos de intercambio hídrico en las células, la excitabilidad nerviosa de los músculos, el funcionamiento del sistema inmunológico, la formación de la masa ósea, o el intercambio de sustancias nutritivas en las células, por citar algunos. Es por esto que parece más adecuado evitar aquella sal añadida, generalmente refinada, y optar por alimentos nutritivos que cubran las necesidades diarias de forma natural. La misma medicina tradicional china atribuye al sabor salado, propio de algunos alimentos como las algas, a la naturaleza más yin o nutritiva, capaz de hidratar, humedecer y refrescar el organismo, de desintoxicarlo, y de eliminar masas y acúmulos, laxando, purgando, y promoviendo la circulación descendente de la energía.
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Por su parte, el vinagre se ha usado desde antaño en la tradición terapéutica china por su poder para activar la circulación de la sangre, especialmente en las esferas funcionales del hígado y el estómago, y como atenuador de los efectos tóxicos de alimentos en mal estado. Respecto a la evidencia científica, existe bibliografía que confirma un descenso considerable del peso, de la grasa corporal y de los niveles de triglicéridos a través de una dieta complementada con vinagre (Kondo et al., 2009).
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Tres. Menos azúcar más frutas
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Existe una confusión terrible respecto al consumo de frutas por un supuesto aporte excesivo de azúcar. Tanto es así que la misma Organización Mundial de la Salud emitió una nota informativa sobre la ingesta de azúcares recomendada (World Health Organization, 2015) en la que diferenciaba entre azúcares libres o extrínsecos y azúcares intrínsecos. En la misma nota dejaba claro que son los llamados azúcares libres, o añadidos, los relacionados con determinadas enfermedades y afecciones de la salud. Los intrínsecos, naturalmente presentes en frutas y verduras enteras frescas, no se relacionan con ningún efecto adverso, incluida la obesidad y otras enfermedades metabólicas como la diabetes…
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